mis piernas circundando tu cintura, mis manos tapándote los ojos y sabanas que ocultaban más de mil secretos a voces. Tu mirada puesta en mis labios rojos por la hinchazón (una mordedura más fuerte de lo normal), Y ahí surgían nuestras realidades paralelas, nuestro intento por ser algo más que sólo amantes, por llenar los vacíos que cada uno sentía-tenía ocultos, enterrados en lo no más profundo, claro, si cada vez que escuchábamos algún ginggle publicitario nuestra mirada se nublaba. Los vientos soplaban fuertes entre las cortinas, y calaban hondo en nuestro super yo, quisimos hacer del otro una idealización y sólo conseguimos esto.