Hoy es tu día y, como de costumbre, todavía no te dije nada. Nosé porqué será que no me gusta ser afectiva, cariñosa con vos. Me sentiría muy cursi. Quizás es porque no tenemos gran confianza, nunca la tuvimos; pero no es toda tu culpa. Eso aveces nos jugó en contra a las dos porque nunca pude contarte nada mío, ni vos escucharme y saber que me pasa sin tener que enterarte por terceros. Suena mal pero muchas veces siento no quererte y me siento algo -forra- porque después de todo sos mi mamá, sos la que me tuvo nueve meses en la panza (como siempre me dijiste), sos la que hizo de todo durante ocho años para tenerme (como dice papá y por eso soy un milagro); pero las peleas siempre estuvieron presentes y fueron desgastando la relación que nunca tuvimos. Digamos que somos demasiado diferentes y es una lástima que no podamos compartir las cosas que otras hijas comparten con sus mamás, pero así está bien, almenos así nos acostumbramos desde hace mucho. Pero no por esto voy a dejar de agradecerte porque sé que lo que haces la mayoría de las veces (las otras por histérica) lo haces por mi bien. Nada más..

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